domingo, 13 de septiembre de 2015

EUROPA ES UNA EXCEPCIÓN

Siria es un volcán en erupción desde hace casi cinco años. La insaciable guerra de una oposición por derrocar al actual gobierno de Bashar Al-Asad, acusado de haber creado un sistema corrupto y dictatorial que vulnera de manera reiterada los derechos humanos. Por su parte, el gobierno sirio, lejos de admitir una guerra civil, tacha de terroristas a estos grupos rebeldes y asegura que su fin es occidentalizar el país, acusación que se basa en las subvenciones que los opositores reciben por parte de países extranjeros como Estados Unidos. Tampoco debemos obviar el apoyo de Turquía, que ha dado victorias estratégicamente importantes al bando rebelde. Por su parte, el gobierno sirio cuenta con el apoyo de Irán, de China y de Rusia para mantenerse en el poder.

El fuego es alentado con la creación del denominado “Estado Islámico” en Irak que entrará en el conflicto más tarde pero con más fuerza logrando el control de importantes regiones, tanto en territorio sirio como en Irak, y creando así su propio país donde proclamarán el califato. Esta circunstancia ha llevado a alianzas entre gobiernos rivales decantados por el bando rebelde o el bando de Bashar Al-Asad, extendiéndose así de manera internacional una guerra cuya prioridad es ahora erradicar el califato.

La multiplicidad de enfrentamientos, el elevado número de bajas civiles y el futuro poco o nada prometedor sirio, ha llevado a una oleada de inmigración cuya magnitud nos recuerda a la acontecida durante la Segunda Guerra Mundial. Distintos países europeos, que en su momento han participado en el primer conflicto, apoyando a rebeldes o a Bashar, ahora se ven obligados a dar aquello de lo que presumían. De ellos depende la vida de cientos de miles de refugiados que escapan a las guerras de su país. El viejo continente es el destino más próximo para los afectados y Europa sabe que tiene que actuar con la hospitalidad que dice que lo caracteriza. Sin embargo, salpicados ahora por un conflicto en el que antes participaban a distancia, se comienzan a buscar alternativas que impidan la prórroga de esta situación, al menos en lo que a ellos se refiere.

Más antes que después Europa pondrá fin a la llegada de refugiados y la pregunta que estos se hacen es ¿dónde acudirán mientras prosiga la lucha armada en Siria? Entre tanto, como consecuencia del escaso respaldo que se les presta a estas familias, la entrada de inmigrantes en nuestras fronteras es aprovechada por mafias que las introducen de manera ilegal, en condiciones inhumanas y a precios casi impagables. Hasta hoy la única medida que se ha llevado a cabo es el número de inmigrantes que cada país acogerá, sin embargo, establecer una política regulatoria para la llegada de los afectados no está en los planes de los gobiernos europeos, ya que esta situación, piensan, es temporal y excepcional, y únicamente porque, esta vez, se les ha ido de las manos.



Por Jacob G. 

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