Jacob G.
Periodista / Blogger
¿Qué hace usted ahí?
¿Se puede achacar a la mayoría de los españoles la instauración del programa electoral del Partido Popular?. Desde luego que no. Se les puede atribuir la victoria de este partido, mas no la instauración de unas leyes que no fue capaz de enseñar en su campaña electoral, ya que tenía ganadas de antemano las elecciones a causa de la incompetencia de la oposición. Todas las farsas y las mentiras, todas las promesas que rompió la derecha nos han llevado a un modelo insostenible cuyas consecuencias pagamos ahora los ciudadanos. Ahora bien, reconozcamos que existió una mayoría absoluta que colaboró al depositar su voto y su confianza en un partido que sabíamos de antemano lo que nos depararía.
Lo que nadie podía esperar era que la política del PP llegara a convertirse en una "política de mercadillo" al colocar de la manera más chapucera conocida hasta hoy a la señora Ana Botella al frente de la alcaldía de la capital, algo que no votó ningún español. Una maniobra sin escrúpulos que aprovechó el vacío de poder dejado por Gallardón, en el paso a su nuevo puesto hacia el poder judicial, así como las influencias del expresidente Aznar que, después de todo lo que ya causó, no parece haber escarmentado y se niega a abandonar del todo el puesto que tantos beneficios le ha otorgado.
Las consecuencias son simples, la mayor incompetencia posible en uno de los puestos más relevantes del país. Querríamos conocer qué estudios ha cursado la señora Botella que carece incluso de inglés. Un líder político hablando en "espanglish" ante un jurado elegido a nivel mundial, (sí, me refiero a las olimpiadas) ¿cómo nos deja eso a los españoles?. Que nuestra alcaldesa sea la causante de casos como el Madrid Arena, como la privatización a escondidas y conocida por todos de hospitales... No olvidemos que nuestros líderes son nuestros representantes y a esta señora no ha sido elegida por ninguno de los ciudadanos a los que se empeña en representar.
La vergüenza, señora Botella, es algo que evita casos como el suyo. Una persona que, de no ser por sus enchufes, estaría en paro luchando por un puesto de teleoperadora a tiempo parcial (con todos mis respetos hacia las teleoperadoras). Después de la impresión que ha causado y sigue causando en todo el país, después del miserable procedimiento que ha llevado a cabo para subir a la presidencia, después de las constantes demostraciones de su carencia de conocimientos más allá de la educación secundaria, después de la cantidad de lamentables sucesos que dependiendo de usted han acaecido en nuestra ciudad... Después de dos años de lamentable gestión en la que no habríamos notado la diferencia si hubiera ocupado su puesto un niño de 16 años, aún estamos esperando que nos diga, señora Botella: ¿qué hace usted allí?.
Por una vez en su vida política, y para variar, háganos un favor muy simple: conteste sinceramente.
Jacob G.